El Día de los Derechos Humanos, celebrado cada 10 de diciembre, no es solo una fecha conmemorativa; es un llamado global a la reflexión sobre la dignidad, la justicia y la igualdad. En el contexto dominicano, esta fecha cobra un matiz especial, pues nos invita a analizar los avances y retos en la promoción y protección de los derechos humanos en nuestro país.
La República Dominicana ha dado pasos importantes en la consolidación de un marco legal e institucional que respalde los derechos fundamentales. La Constitución de 2010 consagró una amplia gama de derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, alineándose con estándares internacionales. Además, organismos como la Defensoría del Pueblo han buscado garantizar la protección de las personas más vulnerables.
Sin embargo, entre el marco normativo y la realidad cotidiana existe una brecha significativa. A nivel práctico, persisten desafíos críticos en varias áreas:
Discriminación y exclusión
Uno de los temas más álgidos es el de la discriminación racial, en particular hacia la población de ascendencia haitiana. La sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional en 2013, que desnacionalizó retroactivamente a miles de personas nacidas en el país, ha sido duramente criticada por organismos internacionales. A pesar de los esfuerzos para mitigar los efectos de esta decisión, como el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, muchas personas siguen enfrentando apatridia y exclusión social.
Derechos de las mujeres y niñas
A pesar de los avances legislativos, la República Dominicana continúa ocupando uno de los primeros lugares en América Latina en tasas de feminicidios. La violencia de género, la desigualdad en el acceso a oportunidades económicas y la falta de educación sexual integral agravan esta problemática. Además, el país aún no ha logrado despenalizar el aborto en sus tres causales, lo que limita gravemente el derecho a la salud y la autonomía de las mujeres.
Condiciones laborales y justicia social
La informalidad laboral sigue siendo una realidad para una gran parte de la población dominicana. Esto limita el acceso a derechos básicos como la seguridad social, un salario digno y condiciones laborales seguras. A esto se suma la falta de oportunidades para la juventud, que enfrenta altos niveles de desempleo y precariedad.
Medio ambiente y derechos humanos
El cambio climático y la explotación de recursos naturales son temas críticos en República Dominicana. Las comunidades más afectadas suelen ser las más pobres, que enfrentan desplazamientos forzados, contaminación y pérdida de medios de subsistencia. La lucha por un desarrollo sostenible es también una lucha por los derechos humanos.
¿Hacia dónde debemos dirigirnos?
El Día de los Derechos Humanos nos recuerda que los derechos no son concesiones, sino garantías inherentes a nuestra dignidad como personas. En el caso dominicano, esto significa no solo fortalecer las leyes existentes, sino garantizar su aplicación efectiva.
El Estado debe priorizar la protección de los grupos más vulnerables, fomentar una cultura de derechos humanos desde la educación y promover una justicia más inclusiva y accesible. A su vez, la sociedad civil tiene un papel crucial como vigilante y promotora de cambios, asegurándose de que los compromisos asumidos por el país no queden en papel.
En definitiva, este 10 de diciembre es una oportunidad para renovar el compromiso con la construcción de una República Dominicana más justa, equitativa e inclusiva, donde los derechos humanos sean una realidad vivida y no un ideal distante.