El Instituto Oncológico Regional del Cibao, ubicado en el perímetro del Hospital Regional Cabral y Báez, ha sido una institución descrita como científico-médica dedicada a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes con cáncer y enfermedades relacionadas, además de servir como plataforma de educación e investigación en oncología.
Una larga historia de servicio en la ciudad, promovida por el ilustre munícipe Dr. Pieter y el Patronato Cibaeño contra el Cáncer, Inc., arribó el pasado 2024 a su 60 aniversario con la realización del primer Congreso Internacional de Oncología, bajo el lema “Humanización del manejo del cáncer, más allá del tratamiento oncológico”. Este evento destacó el compromiso del Instituto con la atención integral y la innovación en el campo oncológico.
Algunas precisiones sobre origen
El Instituto Oncológico Regional del Cibao fue fundado por el Patronato Cibaeño Contra el Cáncer. Su historia comenzó en octubre de 1964, cuando inició operaciones como un departamento de radioterapia dentro del Hospital José María Cabral y Báez en Santiago. Este departamento fue establecido gracias a la donación de un área de construcción y una unidad de radioterapia convencional por parte del Dr. Heriberto Pieter, entonces presidente de la Liga Dominicana Contra el Cáncer. En sus inicios, funcionaba como una sucursal del Instituto Heriberto Pieter de Santo Domingo, atendiendo a pacientes de la región del Cibao. Contaba con un equipo básico: un médico radiólogo, una enfermera, una técnica de radioterapia y una secretaria, atendiendo aproximadamente a 30 pacientes diarios, de los cuales unos 25 recibían radioterapia externa.
Evolución y Desarrollo
En 1976, el Instituto se trasladó a un edificio propio en la calle Pedro Francisco Bonó, donde se encuentra actualmente. La construcción de esta nueva sede tuvo un costo de RD$185,000 y fue posible gracias a aportes significativos de figuras como Don Miguel Sang y Don Víctor Espaillat Mera. El edificio fue bendecido por Mons. Roque Adames Rodríguez, obispo de la diócesis de Santiago, y marcó un hito importante al permitir la expansión de los servicios. En esta nueva etapa, el Instituto comenzó a ofrecer consultas externas, radioterapias y quimioterapias, consolidándose como un centro especializado en oncología.
En 1985, se completó la construcción total del edificio, con un costo aproximado de 2 millones de pesos dominicanos, fortaleciendo aún más su capacidad para atender a pacientes de la región. Desde entonces, el Instituto ha trabajado bajo la misión de promover la vida y la dignidad humana, ofreciendo atención médica respetuosa y solidaria, independientemente de la raza, origen, género, cultura o religión de los pacientes.
Preguntas sobre la situación actual
En 2025, el Instituto enfrentó una crisis significativa debido a acusaciones de nepotismo, autoritarismo y una posible privatización de la institución, lo que generó críticas de médicos y del Colegio Médico Dominicano (CMD) en Santiago. Se denunciaron despidos de profesionales, como el Dr. Juan Vila y el Dr. Manuel Guzmán, tras cuestionar la gestión administrativa, así como irregularidades como la falta de rendición de cuentas y el manejo cerrado del patronato. Además, el Servicio Nacional de Salud (SNS) aclaró que el Instituto no pertenece a la red pública de salud, ya que opera con fondos propios y no recibe subvenciones estatales. Estas controversias han puesto en riesgo la misión social del Instituto, que históricamente se ha enfocado en atender a pacientes de escasos recursos a través de su patronato.
Una aclaración que deja más preguntas que repuestas
El Instituto Oncológico Regional del Cibao, como institución comprometida con la salud oncológica y el bienestar de sus pacientes, aclaró y transparentó información relevante sobre sus procesos y los servicios que ofrecen.
Mediante un comunicado expresó que a raíz de la información emitida por el Servicio Nacional de Salud (SNS), indicando que no son un centro afiliado a la red pública de salud del país, indicaron que el Oncológico Regional del Cibao, efectivamente, no recibe fondos públicos ni está subvencionado por el Estado Dominicano.
«Como institución, contamos con normas y políticas propias, para el manejo de los procesos médicos y administrativos que realizamos, apegados siempre al marco legal de la República Dominicana», comunicaron.
Sostuvieron que cuentan con un Patronato que brinda asistencia social a personas de escasos recursos que no cuentan con los medios económicos para acceder a tratamientos oncológicos de costos elevados. Todo manejado con fondos propios.
«Queremos asegurar a nuestros pacientes y a la comunidad en general que nuestra institución sigue comprometida con la excelencia en la atención oncológica y la transparencia en nuestros procesos», finaliza el comunicado.
¿Quién responde?
A pesar de los desafíos, el Instituto Oncológico Regional del Cibao sigue siendo un referente en la región norte de la República Dominicana para el tratamiento del cáncer, por lo que nos preguntamos:
¿Cuál fue el destino del otrora activo Patronato?
¿Dónde ofrece servicios oncológicos Salud Pública en Santiago?
¿Estamos desamparados ante una demanda cada vez más creciente de patologías de este tipo?
¿Cómo pasó a ser privatizado totalmente el Oncológico de Santiago?
Finalmente, ¿quién responde?