La incertidumbre de cómo van aliados los partidos en el certamen municipal debería ocupar y preocupar, especialmente, a los candidatos a alcalde y sus equipos.
Y es que no parecen suficientes las enormes vallas en avenidas, calles y callejones o la incesante publicidad en YouTube y redes sociales: los que cargan votos son los regidores y estos estarán muy ocupados procurando los suyos.
Parecería una obviedad pero veamos el complejo cuadro electoral de 2024, donde matemáticamente es posible que un alcalde sea electo sin regidores, es decir que un consejo de regidores sea totalmente de la oposición o que aquel que gane la alcaldía se alce con todos los ediles.
Particularidades
Votaremos en dos boletas: la A para alcaldes y la R para regidores; en el caso de los distritos municipales, los directores en la boleta D y los vocales en la V; los primeros por mayoría simple y los segundos calculado por el Método D´Hondt.
Los alcaldes y directores, al amparo de la fortaleza de los partidos que los soportan, buscarán sumarse al arrastre de sus candidatos presidenciales, pero… febrero es diferente: los votos van en su cara y para marcarlas hay que romper la inercia y apatía de ir a las urnas en las municipales, que han pasado de un 43.37% en 2010 a un 50.86% en 2020, recordemos que las de 2016 fueron en conjunto con los demás niveles y en este fue de un 30.4%.
Si algo está claro es que el voto de febrero será esencialmente personal. Los regidores deben librar tres batallas para ser electos:
– Luchar dentro de su propio partido frente a sus compañeros
– Enfrentarse a los aliados con los que comparten boleta
– Combatir hacia afuera con las opciones de los demás partidos
Ante esa compleja lucha ¿Hay espacio, tiempo y recursos para vender además de su propuesta la del alcalde?
Los aliados, ¿verdaderamente unidos?
Primero veamos las fórmulas de los alcaldes.
La boleta del PLD, actual partido en el poder municipal de Santiago y que presenta a Víctor Fadul y Jacqueline Fernández como alcalde y vicealcaldesa, va aliado al PDI, BIS, OD, FP, PRD, y PQDC.
El PRM repite con su candidato a alcalde Ulises Rodríguez y Mariana Moreno, aliados al PUN, FNP, PRSC, PPC, PASOVE, UDC, PPC, PNVC, FAMP, PLR, APD, PAL, PDP, PHD, MODA, JS, PP, PRSD, PRI, DXC, PPG, PCR, ALPAIS.
Los partidos Socialista Cristiano y Generación de Servidores presentan como alcalde a Samuel Reyes y como vicealcaldesa a Daisy Liriano; mientras que el Partido Patria para Todos y Todas lleva como alcalde a Hilarión Isalguez Morillo y Alexandra Bonilla García como alcalde y vicealcaldesa, respectivamente.
La boleta R no fue trabajada por los partidos, en especial los pequeños. Lo lógico hubiese sido que compactaran una boleta alterna a la promovida por sus partidos aliados pensando la amenaza que implica para fuerzas y candidatos alternativos el ser electos por el método D´Hondt.
Debieron pensar en sumar la mayor cantidad de votos entre ellos, al margen de la nominación a alcalde que promovieron.
Esto último, y a última hora, finalmente sucedió. La boleta quedó del siguiente modo:
La encabezada por el PRM, quien en el nivel de alcalde es respaldada por 23 partidos, en el nivel de ediles solo integra a diez: PDP, MODA, JS, PNVC, PRSD, PRI, PCR, PLR, APD, PUN.
Los tres grandes que integran Rescate RD y que llevan de candidato a Víctor Fadul presentan una boleta encabezada por el partido Fuerza del Pueblo respaldada por el PQDC y otra encabezada por el PLD y respaldada por el PRD.
El BIS encabeza una boleta que recibió como aliado al PDI.
Dominicanos por el Cambio hizo su boleta con aliados del PPC y PHD.
Alianza País, que aporta la vicealcaldesa del PRM, va sola en los regidores aliada al Frente Amplio.
Y el PRSC, que por vez primera no presenta candidato municipal, va aliado a los aliados perremeistas PAL, PPG y FNP y al progresista Opción Democrática que lleva al candidato del PLD como alcalde.
En conclusión
Las elecciones municipales están llamadas a que la incidencia del “voto partido” sea menor que en otros niveles.
La multiplicidad de alianzas en el nivel de regidores obliga a que el voto sea granjeado de modo personal complicando la promoción del candidato alcalde, pues como hemos explicado, presentarse en una boleta y pedir que voten por otro partido en el nivel del alcalde resulta complejo y tendente a confusión cosa que deben evitar los candidatos.
Los regidores, repito, los que cargan votos, tienen mucho en qué trabajar.
Los candidatos a alcalde, deben conectar con una municipalidad que no les conoce y que ellos no conocen.
La realidad electoral da en la cara a pesar de la efervescencia electorera.