Hace 31 años, la administración del entonces presidente Joaquín Balaguer inició un proceso de modernización del sistema de correo dominicano que incluyó la construcción de un gran palacio en el Centro de los Héroes y otras 20 estafetas, con un mismo diseño arquitectónico, en varias provincias.
Se trata de estructuras construidas en concreto armado, con columnas en los extremos frontales y escrituras en cemento, que simulan pequeños palacios, atendiendo a normas de construcción internacionales.
Algunas de esas estafetas o pequeños palacios postales están abandonadas, como es el caso de la ubicada en la calle Duarte de Los Alcarrizos, que se ha convertido en hábitat de indigentes. Le han sustraído ventanas, hierros, inodoros, puertas y todo lo que se pudiera vender.
Erick Guzmán, director general del Instituto Postal Dominicano (Inposdom), indica que la entidad está en proceso de recuperar algunas de las edificaciones, pero otras están en proceso de traspaso a instituciones del Estado como el Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID) y el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi).
En la avenida Independencia se asignó la estructura a la Alcaldía del Distrito Nacional, que instaló una funeraria municipal para servir a los residentes en esa zona.
Pero algunas de las estructuras requieren de una inversión, que, según afirma Guzmán, el Inposdom no está en capacidad de hacer. Esa entidad recibe 20 millones de pesos al mes y cuenta con 400 carteros que devengan un salario promedio de 15,000 pesos, para un total aproximado de seis millones de pesos.
Otras estafetas
Además de las 20 estafetas tipo palacio, existen otras 167 oficinas del Inposdom en todo el país, para un total de 187. Estas ofrecen servicios de envío ordinario de documentos y paquetes a todo el territorio nacional y a 190 países.
Entre los artículos que más se envían por el Inposdom figuran productos de belleza, bumpers de vehículos, ropa y utensilios para el hogar.
Guzmán entiende que el propósito del servicio implica la entrega rápida de mercancías, de acuerdo a las necesidades de los usuarios.
«Ya no necesitamos tantos almacenes como antes, sino un lugar donde el cliente pueda ir, que es el plan que estamos diseñando: que el cliente pueda recibir atención de calidad y que sus paquetes estén disponibles en poco tiempo», dijo el director del Inposdom.
«Lo primero que hicimos a nuestra llegada fue tratar de controlar las pérdidas, y eso es lo que hemos hecho, y al día de hoy prácticamente es cero. Claro, se puede perder un paquete, porque en todas partes del mundo pasa, no somos perfectos, pero no es ya un común denominador», indicó.
Solo el año pasado, el Inposdom generó 120 millones de pesos por concepto de servicios y la proyección es superar la meta. Para mejorar sus operaciones recibió la donación de nueve camiones de la Unión Postal Universal y la Unión Postal de las Américas España y Portugal, así como balanzas para pesar los paquetes y computadoras.
Quieren modernizarlo
Para modernizar el correo, ahora se trabaja en el desarrollo de un software de contabilidad ante la obsolescencia del usado. También se desarrolla un sistema de rastreo del envío para que el cliente, mediante una aplicación digital, que le dé seguimiento al servicio.
«Ahora estamos desarrollando todo el plan estratégico para que usted ponga un paquete en Punta Cana hoy y lo pueda tener en la tarde o mañana en las primeras horas en Santiago y Dajabón, en donde usted quiera y a un precio económico», indicó Guzmán.
Dentro de los logros cita la instalación de un call center el año pasado, para atender la gran cantidad de llamadas de los clientes, y la inauguración de un moderno comedor para los empleados de la sede central.