El Parlamento de Corea del Sur destituyó este sábado al presidente Yoon Suk Yeol, por su fallido intento de instaurar la ley marcial el pasado 3 de diciembre, que abrió una inédita crisis política en el país y multitudinarias manifestaciones.
Del total de 300 diputados de la cámara, 204 votaron a favor de destituir al presidente por insurrección y 85 lo hicieron en contra, según los resultados anunciados por la presidencia de la cámara.
Al menos 200,000 manifestantes, según la policía, se congregaron ante el Parlamento a la espera del resultado, y estallaron de júbilo al conocerlo, según constataron periodistas de AFP en el lugar.
Park Chan-dae, líder de la principal formación opositora, el Partido Demócrata, afirmó que «la destitución de hoy es una gran victoria para el pueblo y la democracia».
«¿No es sorprendente que nosotros, el pueblo, hayamos logrado esto juntos», dijo a AFP una manifestante, Choi Jung-ha, de 52 años, que pese al frío gélido se lanzó a bailar en la calle al conocer el resultado.
«Gobernanza estable»
El primer ministro Han Duck-soo asumirá como presidente interino del país y prometió ejercer una «gobernanza estable».
Si la Corte confirma su destitución, Yoon Suk Yeol será el segundo presidente de la historia de Corea del Sur en terminar así, tras el caso de la dirigente Park Geun-hye en 2017.
El presidente Yoon, de 63 años y con bajas cotas de popularidad, sorprendió al país al anunciar la imposición de la ley marcial la noche del 3 de diciembre y al enviar al ejército al Parlamento para impedir que los diputados pudieran reunirse.
El mandatario, enfrascado en una pugna con la oposición en torno a los presupuestos, acusó a sus rivales políticos comportarse como «fuerzas antiestatales», y dijo que buscó con esta medida extrema proteger al país de las «amenazas» del régimen comunista de Corea del Norte.
La decisión suscitó un movimiento de indignación, con miles de manifestantes movilizándose de inmediato y enfrentándose a los militares a las puertas del Parlamento.
Los diputados lograron reunirse y en cuestión de horas tumbaron con su voto la ley marcial.