Cientos de migrantes varados en el sur de México optaron por pedir refugio a este país, tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cancelar un programa que les permitía obtener asilo.
Muchos de ellos, procedentes de países latinoamericanos, ya habían programado o buscaban citas para solicitar asilo a través de la aplicación móvil CBP One, pero la plataforma fue deshabilitada ni bien Trump tomó el cargo el pasado lunes.
Renuentes a volver a sus lugares de origen, de donde se fueron huyendo de la pobreza, la violencia o persecuciones políticas, centenares empezaron a solicitar protección a México en la ciudad de Tapachula (Chiapas, frontera sur con Guatemala).
Vázquez asegura que está en la mira de las autoridades venezolanas por participar el año pasado en protestas contra la reelección de Nicolás Maduro, que la oposición y varios gobiernos consideran fraudulenta.
En la cola también estaba el hondureño Carlos Alfredo Maduro, de 34 años y quien llegó a México hace tres meses.
Con la misma convicción acudió a la Comar Luis (omitió su apellido), un cubano cuyo objetivo inicial era llegar a Estados Unidos, pero reconoce que México le ofrece mejores condiciones de vida que la isla caribeña.
«México es un gran país (…), aquí se puede vivir bien. Si existe la posibilidad, (el plan es) quedarnos en México», sostuvo.
El magnate republicano también resucitó «Quédate en México», un programa que obliga a los migrantes a esperar la resolución de sus procesos migratorios del otro lado de la línea limítrofe, de 3.100 km.
En tanto, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum abrió la posibilidad de regularizar a migrantes extranjeros o repatriarlos si éstos dan su acuerdo.
Este lunes, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció en un comunicado que la eliminación de la CPB One es una medida «irresponsable» que deja a los migrantes expuestos a «mayores peligros» en una ruta donde la «violencia es extrema».