Sin mucho esfuerzo, así calificaron el presupuesto general del Estado del 2025 dos economistas locales que consideraron que el Gobierno recurrió a estrategias de años anteriores para planificar sus finanzas.
De acuerdo con la exsubdirectora de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Germania Montás, este presupuesto posee la misma estructura de años anteriores; una presión tributaria estancada en 14 %, una presión fiscal de 15.3 % (menor que 2024) un balance deficitario de 3 % del producto interno bruto (PIB) y la necesidad bruta de financiamiento cercana al 5 % del PIB.
«Entiendo que la idea del Gobierno era presentar un proyecto para 2025 con un mínimo esfuerzo y hacer los ajustes a partir de que contara con los ingresos atribuibles a la fracasada reforma fiscal. Pero como no dispone de ingresos adicionales, mantiene un presupuesto para 2025 con la misma estructura de otros años», respondió a Diario Libre.
Preocupa la deuda
Un elemento preocupante es que los gastos en intereses por deuda pública, que suman unos 300,000 millones de pesos y los asignados al Ministerio de Educación (4 % del PIB) equivalen a la mitad de los ingresos fiscales estimados.