El Papa Francisco fue ingresado en un hospital de Roma este viernes para someterse a unos diagnósticos y tratamientos relacionados con la bronquitis que padece y que en los últimos días le causó dificultades respiratorias, anunció la Santa Sede.
El pontífice argentino de 88 años mostró dificultades para respirar en los últimos días y tuvo que pedir a sus asistentes que leyeran sus intervenciones.
En un breve comunicado, el Vaticano explicó que Francisco acudió al hospital policlínico Agostino Gemelli tras sus audiencias matinales, en las que recibió entre otros al primer ministro eslovaco, Robert Fico.
Para recibir al jefe de la Iglesia católica, este hospital romano dispone de una planta organizada de manera específica y dotada de una capilla.
El pontífice padece bronquitis desde la semana pasada y el miércoles tuvo que renunciar a terminar de leer su discurso en su audiencia general semanal, a causa de las dificultades para respirar.
«Déjenme pedirle al padre que continúe leyendo porque aún no puedo con mi bronquitis. Espero que la próxima vez pueda», expresó el pontífice aquel día.
– Una agenda cargada –
Francisco, que en su juventud fue sometido a una ablación parcial de un pulmón, se desplaza desde 2022 en silla de ruedas y con bastón las pocas veces que se le ve de pie.
En los últimos años tuvo numerosos problemas de salud, entre dolores en la rodilla y la cadera, una inflamación del colon y dificultades respiratorias.
En diciembre de ese año, precisamente por una bronquitis, renunció a participar en la COP28 de Dubái, la gran cumbre anual del clima, organizada por Naciones Unidas.
Pese a todos estos problemas de salud, Francisco mantiene una agenda repleta de audiencias y tareas, con hasta diez citas en una misma mañana.
También ha seguido viajando, incluso a tierras muy lejanas, como en septiembre, cuando efectuó el viaje más largo de su pontificado, un periplo de 12 días por Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Indonesia y Singapur.