PUERTO PRÍNCIPE.- La tensión y las protestas se mantienen este lunes en Haití en el quinto día consecutivo de manifestaciones para exigir la renuncia del presidente haitiano, Jovenel Moise, mientras la comunidad internacional hace un llamado al diálogo para buscar soluciones a la crisis política y económica.
Pese al llamado al diálogo del Core Group, integrado por el representante especial adjunto del secretario general de la ONU, los embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, EE.UU, Francia, la Unión Europea y el representante especial de la OEA, sectores de la oposición han pedido seguir con las protestas.
El presidente Moise también hizo un llamado al diálogo el pasado sábado que fue rechazado por sectores de oposición, pero desde entonces no se ha vuelto a pronunciar, por lo que se mantiene un clima de incertidumbre.
En los últimos días, la situación de inseguridad ha aumentado debido a las violentas protestas por lo que varias Embajadas han pedido a sus ciudadanos limitar sus desplazamientos.
Este lunes se volvieron a producir protestas en la capital, Puerto Príncipe, que se encuentra casi paralizada, y otras ciudades de la empobrecida nación, donde se han registrado al menos 7 muertos desde el inicio de estas manifestaciones el pasado jueves.
En la jornada de hoy, en la capital y algunas ciudades, los manifestantes atacaron negocios y estaciones de combustibles, y saquearon algunos comercios dedicados a la venta de alimentos, pese a la presencia de policías que intentaban controlar la situación.
“Hoy estamos en la calle porque nadie nos escucha. No tenemos empleo, dinero ni esperanza. Estoy en busca de algo y es por eso que llevaré cualquier cosa que pueda encontrar”, dijo a Efe Paul Baptise, un manifestante en Puerto Príncipe.
Un sector de la oposición reclama la renuncia del presidente Moise, quien el pasado jueves, justo el día que se iniciaron las protestas, cumplió dos años en el cargo.
Uno de los promotores de estas protestas es el dirigente opositor André Michel, quien a través de Twitter volvió hoy a reclamar la renuncia de Moise, quien, afirmó, “ya no tiene legitimidad para seguir permaneciendo en el poder”.
“Nadie está por encima de la voluntad popular. La Constitución no está por encima de la voluntad del pueblo. El pueblo es soberano. Jovenel Moise debe irse y se irá”, apuntó.
Por su parte, en un comunicado el sector privado expresó su descontento por lo que consideró una falta de liderazgo de las autoridades ante la situación que atraviesa la nación y llamó a los distintos sectores a reunirse de urgencia para buscar una salida.
En tanto, el secretario de Comunicación del país, Eddy Jackson Alexis, rechazó este lunes la violencia y llamó a la calma, y aseguró que el Gobierno se está movilizando para “mantener la seguridad”.
“La violencia y la intimidación en la calle no tiene que continuar así. La justicia y la Policía tienen instrucciones para restablecer el orden”, dijo, y agregó, que “solo con el diálogo vamos a resolver las problemas”.
Alexis apuntó que el Gobierno reconoce el derecho a protestar “pero pacíficamente.”
Desde la vecina República Dominicana, el Ejército anunció el reforzamiento de la seguridad en su frontera con Haití, y algunas aerolíneas cancelaron los vuelos de hoy hacia Puerto Príncipe.
Las manifestaciones se producen después de que el martes el Gobierno declaró una urgencia económica, que implica reducir el costo de los bienes de primera necesidad o incrementar el acceso al crédito de las pequeñas empresas para intentar paliar la crisis.
Los manifestantes también exigen justicia en las supuestas irregularidades en el programa Petrocaribe, a través del cual Venezuela suministra petróleo a este país a precios blandos.
Una auditoría presentada la semana pasada por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa, y señaló a 15 exministros y actuales funcionarios que están involucrados en este caso, así como una empresa que dirigía Moise antes de llegar a la Presidencia.
La situación de Haití se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por la crisis de electricidad derivada de la escasez de gasolina.
El país tampoco ha logrado aprobar su presupuesto para este año, de 1.650 millones de dólares, el cual fue rechazado el pasado mes por la Cámara de Diputados tras argumentar que ese no satisface a la cámara.