Este año. además de ir a las urnas, los dominicanos estamos convocados a la unidad para salir con bien de los retos que nos aguardan la democracia y la economía.
Con las municipales en febrero y la primera vuelta presidencial junto con las congresuales en mayo, tendremos un primer cuatrimestre de intenso en activismo mediático electorero.
Integra la agenda lo judicial.. Hay quienes asumirán la toga desde el tribunal de los medios y condenarán o absolverán a encartados en casos de corrupción de la pasada administración, entre la que destaca el caso Calamar.
El gobierno tiene los primeros 80 días del año para concluir e inaugurar las obras que electoralmente pudieran convertirse a favor electoral, así lo limita el artículo 210 de la Ley 20-23 que fija los actos inaugurales del gobierno central a 60 días antes de las elecciones.
La Línea 2C del Metro de Santo Domingo y el monorriel y teleférico de Santiago, deberán tener lugar en medio de la campaña municipal.
Los legisladores deberán repartirse entre buscar los votos para continuar en sus curules y justificar su presencia dándole al país, por fin, una nueva Ley de Seguridad Social y superar el falaz “debate” de las 3 causales y aprobar el Código Penal .
Los retos en lo fiscal, eléctrico, laboral, gastos y subsidios, deben ocupar los discursos que los votantes escucharan pero la generalidad necesitará un traductor para que le expliquen por qué sube el precio de la medicina, los pasajes o la comida frente al cambio de las remesas con un dólar al que hay que prestarle atención.
2024 va a sincerar la agenda nacional, cerrará ciclos políticos y, a pesar de la resistencia, jubilará liderazgos.
Los políticos están obligados a la reinvención y ajustarse a su realidad: el juego cambió y muchos de ellos no.
El alma del dominicano es una fiesta perpetua y esto la hace una nación fácil de dirigir. Este pueblo pospone sus penas por cualquier jolgorio improvisado.
Nos autodefinimos felices, aunque a veces no se comprenda el costo de tanta «felicidad».
Pero llegó 2024 y, a propósito, nos felicitamos.