Decían los griegos que “todo lo que entra al alma, sale por los músculos”. Así explicaban, en la universidad de entonces, cómo las simientes que se plantaban en la conciencia, germinaban en la producción de cambios.
Exactamente esa ha sido la experiencia de la dirección general y artística de Chiqui Checo al frente del Gran Teatro del Cibao.
Nuestra Chiqui, una dama articulada a la sociedad y a la promoción de valores en nuestra comunidad, llegó con el aplauso de Santiago y en el tiempo que tiene al frente de la entidad ha demostrado que el suyo, ha sido uno de los más acertados nombramientos en el sector cultural de Santiago en los últimos decenios.
Conoce de gerencia, producción y en su corazón está sembrado el amor a la cultura en todas sus manifestaciones. “De casta le viene al galgo”… su regia formación académica y de hogar se ocuparon de la diversidad cultural del Caribe: ama lo clásico, valora lo popular, da apertura y eleva la posición al lugar donde siempre ha estado llamada a estar.
Así lo describe su trayectoria personal y pública, la que se expresa en el tiempo de su gestión en la cual ha dado soluciones a esa inmensa mole de mármol de la que otrora sólo era melancolía y noticias tristes de su precario manejo.
Una oferta diversa y la exigencia que in voce exige en puntualidad y vestimenta. ¡El rigor que tanto nos hace falta!
Valoro que Chiqui Checo, con energía, defienda la sagrada misión de insuflar vida al Gran Teatro, nuestro Gran Teatro, así ha vuelto a reconquistar los corazones de la gente de Santiago.