En el playoff y ante todo un Jon Rahm, triple campeón del torneo. El andaluz Ángel Hidalgo, a sus 26 años, estrenó su casillero de victorias en el DP World Tour (Tour Europeo) ganando nada menos que el Open de su país, el Abierto de España, en un Club de Campo Villa de Madrid atestado de gente y que vivió un domingo histórico con tres españoles en la lucha por la victoria y los tres al final en el podio.
Hidalgo ganó siendo líder tres días y después de superar varios malos momentos durante la última vuelta, sobre todo cuando el tercer español en el partido estelar, el catalán David Puig (71), puso la directa con cuatro birdies en 8 hoyos (luego se desinfló). “Ahí pensé que David ganaría el torneo por ocho golpes”, dijo en zona mixta Hidalgo. Andaluz (70 golpes) y vasco (68) empataron con 270 golpes (-14) mientras Puig finalizó tercero empatado con 274 (-10).
Hidalgo tuvo su primera opción de triunfo en el hoyo 18 regular, pero tiró, con la presión añadida del momento, un putt muy malo que no llegaba a los dos metros para birdie y esto le abrió la puerta del desempate a Rahm. Jon hizo lo que tenía que hacer, dos birdies en el 17 y 18 para darse una opción (en el tee del hoyo 17 estaba a dos golpes del líder) y poner el miedo en el cuerpo a Hidalgo. Empataron el primer hoyo extra y en el segundo Jon falló con su chip de aproximación a la bandera, no perdonó esta vez el marbellí, que se quedó en blanco tras meter el corto putt ganador.
“Esto es increíble, va para los que creyeron siempre en mi, mi familia, mis padres y mi hermano, mi coach Jordi García del Moral, mi caddy que es mi mejor amigo, esto es para mi abuelo también que el sábado era el aniversario de su fallecimiento”, afirmó Hidalgo.
“Para ser honesto en el hoyo 8 pensé que David iba a ganar el torneo por 8 golpes, pero siempre creí en mí, y es un extra point ganar a Jon, el golfista más relevante en España en los últimos veinte años. Es muy emocionante por la gente ganar el Open de tu país, seguro que mi hermano ha llorado más que yo”, añadió. El abrazo con sus padres fue de piel de gallina en el 18.
“He tenido que jugar mi mejor golf y sabia que tendría mi momento, y encima contra Jon Rahm. Cuando he fallado el putt del 18 me he reído no porque no estaba nervioso sino por el mal impacto, he hecho un mal movimiento, y luego yendo en el buggy al tee del 18 otra vez nos hemos ido riendo con el que me llevaba, que es amigo mío”, añadió.
Hidalgo habló de lo que significó jugar este último día con Rahm. “No hubo mucha relación hasta el hoyo 11 donde tuvimos una conversación por el tiempo de espera en el dropaje de David. Y me fue muy bien, es una persona como nosotros, ha sido un gusto jugar con él, es un pedazo de jugador y de persona también”, concluyó.
Los primeros 9 hoyos fueron el preludio de ese desenlace apoteósico, un primer tramo del recorrido donde la sucesión continua de alternativas hacía que las apuestas cambiaran de bando un hoyo sí y otro también. Un simple par, un inoportuno bogey o un convincente birdie alteraba de manera abrupta la clasificación provisional.
Instalados los tres españoles en una vertiginosa montaña rusa que generaba expectativas diversas, aquella situación que parecía definirse en un punto a favor de alguno de los contendientes, se esfumaba a velocidad de vértigo apenas un hoyo más tarde. En los segundos nueve hoyos el protagonismo se centró en Hidalgo y Rahm tras descarrilar Puig aunque cerró con un birdie para ser tercero ex aequo.
Jon Rahm con la cara pagaba. Lo tuvo perdido, parecía que lo tenía ganado (un doble bogey le frenó) y luego el rush final donde hizo lo que hace un gran campeón, acabar birdie-birdie para darse una opción. “Ha pasado un poco de todo, muy cómodo y con confianza en un momento dado y otros donde he pegado golpes sin sentido, el juego corto no ha estado al nivel para ganar un domingo, fallar tres putts de menos de dos metros al final lo pagas. Angel tiene mucha garra, pero se ha complicado también el día cuando David y yo hemos tenido un bajón. Que lo disfrute”.