Expectación máxima de la Prensa española ante la rueda de prensa en la Villa Olímpica de los representantes españoles del tenis en los Juegos de París. Con el presidente del COE, Alejandro Blanco, en el centro de la mesa los dos grandes protagonistas se sentaban a ambos lados. La pareja de dobles formada por Rafa Nadal (38 años) y Carlos Alcaraz (21), rebautizada por muchos como ‘Nadalcaraz’, es uno de los momentos más icónicos de la edición parisina y aunque ambos también competirán de forma individual su presencia conjunta centra gran parte de la atención y, por supuesto, de las preguntas.
“Es un placer estar aquí para mí. Confiamos en que el récord de las 22 medallas de Barcelona 92 se va a batir y el tenis contribuirá a ello”, comienza Blanco antes de ceder la palabra a los protagonistas en la arcilla de Roland Garros. “Es una ilusión enorme estar en unos Juegos aunque lleve unos cuantos ya. Participar en el mayor evento del deporte es un honor… ‘¿Cómo se llamará la pareja con Alcaraz?’ Dependerá del resultado… (risas). No hemos podido prepararnos conjuntamente, pero confiamos en el gran momento de Carlos y yo espero estar en un nivel alto, el que necesito para que funciones tanto a nivel individual como colectivo”, dice Nadal. “No hay mejor manera de debutar en unos Juegos que debutar en el dobles con Rafa. Vamos a dar lo mejor de nosotros y ojalá podamos hacer disfrutar con un buen juego”, explica Alcaraz.
“Tengo poca experiencia en dobles y aunque me gusta por temas de individual nunca he podido jugar muchos torneos. Volver a Roland Garros es una motivación más y hace un poco más fácil el reto de adaptarnos bien”, afirma el murciano. “Entiendo el morbo y la ilusión de vernos juntos, pero eso no garantiza el éxito. Carlos no ha jugado muchos dobles y yo no he jugado muchos dobles ni muchos individuales. Es una competición distinta Las cosas pasan más rápido, los movimientos son diferentes y no salen de forma natural costar porque es lógico. Que sea en tierra nos puede ayudar porque jugando bien desde el fondo a nivel individual hace que logres ventajas en los puntos. Empezaremos con energía y veremos qué sucede”, explica Nadal.
“Jugar con Rafa es un sueño, pero eso no significa un éxito seguro. No se ganan medallas por el nombre. Será una gran experiencia y debemos adaptarnos poco a poco. Ojalá podamos jugar muchos partidos juntos aquí”, apostilla Alcaraz. Cambio de tercio, con las aspiraciones femeninas. “La ilusión de estar formando parte de este equipo es enorme y creo que lo podemos hacer muy bien”, explican Cristina Bucsa y Sara Sorribes. “El tenis tiene un impacto enorme y lo estamos viendo en la Villa. Ojalá ayudemos al medallero español a conseguir el objetivo dejando el listón lo más alto posible”, dice Anabel Medina, la capitana.
“Me encanta que los Juegos Olímpicos sean en tierra batida. El ambiente del equipo es muy bueno, son grandes personas además de deportistas. Rafa y Carlos generan una expectación enorme. Tardamos 45 minutos en cenar desde que llegamos de todas las fotos que se hacen los deportistas con ellos. Tienen una humildad y una simpatía increíbles”, confiesa Ferrer. De regreso al foco, Nadal explica: “Me he perdido Londres y Tokio y me ha dolido más que ausentarme de Grand Slams. Pekín 2008 es uno de los mejores recuerdos que tengo en mi carrera. Siempre represento a España, pero en los Juegos te sientes parte de un gran equipo. Notas el apoyo y te sientes muy querido. Volver con una medalla a la Villa te hace sentir de una manera increíble. Y sí, estos serán mis últimos Juegos. Por eso valoro muchísimo estar en París. Estoy feliz por ello y para estar aquí he tenido que pasar por muchos momentos difíciles. Lo veo como un premio y te rejuvenece. Saldrá mejor o peor, pero la ilusión no me la quita nadie. Tengo la actitud y trabajaré cada día. Jugar con uno de los mejores del mundo y que si las lesiones le respetan será uno de los mejores de la historia es un honor”.
Y concluye Alcaraz: “Juego por todo un país y aunque son las mismas instalaciones de Roland Garros todo es diferente. De Rafa me quedo con esa manera de competir, de luchar, de nunca dejarse ir ni dar un punto por perdido. Es admirable y también intento transmitir eso que veo en él en la vida personal, intentar dar siempre tu mejor versión con esa humildad que él tiene y con todo lo que ha conseguido”.