El cuarto jueves de noviembre es “Día de Acción de Gracias y Oraciones” en la República Dominicana según lo establece la Ley 108 del 7 de marzo de 1967, G. O. Número 9026, que señala los días festivos.
El Día de Acción de Gracias (Thanksgiving, en inglés), tiene sus orígenes en los festivales de la cosecha, desde los tiempos de los colonos ingleses en Norteamérica a principios del siglo XVII. Para la celebración, las familias y amigos se reúnen para compartir una comida tradicional y para dar las gracias por las buenas cosas que ofrece la vida.
También suele ser una oportunidad para prestar servicio voluntario en la comunidad. Por lo general se considera que el primer Día de Acción de Gracias en Estados Unidos fue una celebración de tres días que tuvo lugar en la Colonia de Plymouth (actualmente parte de Massachusetts) en el año 1621. El Día de Acción de Gracias se realizaba en diversas fechas, hasta que en 1863 el presidente Abraham Lincoln proclamó el último jueves de noviembre como feriado nacional del Día de Acción de Gracias. En el año 1941 el presidente Franklin Roosevelt promulgó una ley que estableció la fecha del feriado para el cuarto (no siempre el último) jueves de noviembre.
En el caso de la República Dominicana para la década de 1960 ya la influencia de la costumbre extranjera era considerada por el legislador dominicano, al punto que la pieza la incluye a la par de festividades católicas y batallas.
La ley fue aprobada el 7 de marzo de 1967 por el Senado y por los Diputados el 21 del mismo mes y año, fecha en la que el presidente Balaguer la promulgó.
Lejos de juzgamientos nacionalistas extremos, la celebración constituye una buena oportunidad para detenernos y dar gracias por las cosas que tenemos y aun las que hemos perdido, comprendiendo que sirven para el crecimiento personal, espiritual y material, si le damos el enfoque correcto.
Celebrarlo, aún no sea con pavo…