Lo que se dibujaba como un paseo de Estados Unidos en la President’s Cup ha dejado de serlo. Para delirio del público de Montreal, el equipo internacional capitaneado por Mike Weir, el único golfista del país que ha ganado un grande, el Masters de 2003, devolvió el 5-0 del jueves a las tropas de Keegan Bradley.
En la sesión de foursomes (golpes alternativos) sucesivamente Matsuyama e Im vencieron a Cantlay y Schauffele por 7 y 6; Scott y Pendrith a Theegala y Morikawa por 5 y 4; Bezuidenhout y Day a Homa y Harman por 1 arriba, Conners y Hughes a Clark y Finau por 6 y 5, mientras Kim y An podían con Scheffler y Henley por 1 arriba
La sorprendente jornada hizo que el equipo internacional ganase por primera vez desde 2005 una sesión de foursomes. Los fourball del sábado -día en el que hay doble sesión- estaban aplazados por la tormenta a la hora de escribir esta crónica. Ganará el equipo que llegue a 15,5 puntos. «Ayer salimos con la cabeza baja. Pero fuimos al vestuario, lavamos nuestros cerebros, levantamos la barbilla y salimos a jugar como debíamos hacerlos», expuso el canadiense Hughes.