Los referentes comunicacionales en la actual coyuntura que vive la sociedad dominicana son cada vez más escasos en los medios audiovisuales. La generación de “comunicadores y periodistas¨ que están al frente de los principales espacios de televisión y radio, específicamente, carecen en su mayoría de los conocimientos formales de un verdadero comunicador salido de las aulas.
Haciendo un breve repaso por los principales programas de radio y televisión de este país, se percibe que la mayoría de los comunicadores que interactúan en esos medios están más seducidos por el oro corruptor que con la veracidad y el ejercicio periodístico ético.
De verdad que produce un profundo dolor ver como esos supuestos líderes de opinión de ese predio de comunicacional de manera descarada y vulgar extorsionan y chantajean a la vista y el oído de todos y no los quieren presentar como comunicadores exitosos.
No quiero entrar en particularidades y alusiones personales porque ese no es mi estilo, pero si alguien quiere identificarlos solo tiene que encender la televisión y la radio dominicana y ahí estarán ellos con sus descargas y análisis desprovisto de todo rigor periodístico.
Pero lo grave de todo esto es que, esos colectivos han alcanzado niveles tan altos de incidencia en los canales de televisión y emisoras de radio, que los dueños y directores de esas estaciones los prefieren aun conscientes de que son cultores de ese oprobioso y repugnante ejercicio periodístico.
Los autores de esas malas prácticas están ahí, tan campante como el whisky aquel, en las programaciones de los canales de televisión cerrados y abiertos, así como en las emisores de amplitud y frecuencia modulada degradando el ejercicio periodístico y la condición de periodista.
Al Colegio Dominicano de Periodista(CDP) que asuma su papel y, a los propietarios y directores de los canales de televisión y emisoras de radio que sepan que tienen la necesidad no solo de hacer negocios, algo legitimo en un sistema capitalista, sino también de respetar al profesional de la comunicación y a la sociedad dominicana.