MOSCÚ .-EL Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia llamó a las fuerzas razonables, tanto dentro como fuera de Venezuela, para hacer esfuerzos en buscar opciones de reducir la tensión en ese país.
Entiende que la situación en Venezuela sigue siendo extremadamente tensa. Las últimas protestas que al parecer son mucho más modestas son una evidencia que la oposición no está dispuesta a dialogar a pesar de la disposición de las autoridades oficiales de entablar negociaciones.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zakharova, indicó que en vez de ello desde la tribuna de “The New York Times” el nuevo líder de la oposición llama a derrocar al presidente legítimo, Nicolás Maduro, incitando abiertamente a las fuerzas armadas de Venezuela a un golpe militar.
“Me gustaría decir que la intriga también está presente en que Juan Guaidó lo hace en las páginas del periódico estadounidense. Si uno ha intentado colocar algún artículo propio en este medio de comunicación americano debe saber lo difícil de conseguirlo, pero las personas de los suyos siempre lo pueden hacer y encontrar un espacio”, apunta Zakharova.
“Vemos cómo los patrocinadores occidentales públicamente estimulan de todas formas posibles esta postura destructiva que al parecer para Washington ya no existen ningunas fronteras, sean éstas interestatales, económicas o morales, añadió.
Expresó que desafortunadamente, no ha disminuido la amenaza de un conflicto armado en gran escala. La existencia de “todas las opciones sobre la mesa”, incluso una intervención militar directa en los asuntos internos de un Estado soberano.
Añadió que esta situación encuentra su testimonio en la nota del cuaderno del Asistente del Presidente de los Estados Unidos para la Seguridad Nacional, John Bolton, sobre el traslado de 5,000 soldados estadounidenses a Colombia, un Estado vecino a Venezuela.
Indicó que en los últimos años en este país todo se resuelve no por vía de procedimientos democráticos, sino a través de intrigas palaciegas.
Llamó a todos nuestros socios en la región de América Latina y el Caribe, sin excepción, a reflexionar seriamente sobre el papel real que Washington les otorga en la preparación y desencadenamiento de un escenario peligroso en la región, como se hizo anteriormente en Irak, Libia, Siria y Ucrania.